CAPÍTULO 5: ACERCARSE A LA MESA Y LEER EL LIBRO

Los amigos sintieron que la curiosidad los empujaba hacia la mesa. “Creo que deberíamos ver qué hay en ese libro,” dijo Tatiana, acercándose con pasos cautelosos. El silencio en el ambiente, hacía que cada movimiento sonara con eco.
 
Cuando llegaron a la mesa, observaron el libro abierto. Las páginas estaban amarillentas, con escritos que parecían antiguos. Era un diario, y las palabras estaban escritas en una caligrafía que parecía un poco desordenada. Víctor intentó leer en voz alta, pero alegó que no se entendía nada, en ese momento intervino Luana:
“Hoy descubrí algo increíble en la biblioteca. Un objeto misterioso se encuentra oculto entre los estantes más viejos. Según los rumores, otorga un poder extraordinario a quien lo posea. Debo ser cuidadoso, pues hay quienes también lo buscan…”
La emoción empezó a crecer en el grupo. “¿Qué objeto misterioso?” preguntó Víctor, su voz llena de inquietud.
“¿Cómo lo encontramos?” se unió Ámbar, mirándolos a todos con expectativa.
Ruth tomó la iniciativa. “Quizás deberíamos investigar en las estanterías más antiguas. Tal vez allí se encuentre lo que el diario menciona.”
En ese instante, un sonido suave interrumpió el momento, como un susurro que pareció venir de las estanterías. José María, Edgar, Thiago, Augusto y Lisandro giraron rápidamente. “¿Escucharon eso?” exclamaron al unísono y luego salieron de la biblioteca como si estuvieran jugando carrera hasta el salón de clases, detrás salieron las niñas camino al salón.
 
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¿Cuentan lo sucedido al maestro o algún docente? (Ir a Capítulo 9)


Hacen un pacto de silencio y quedan en volver otro día a investigar el misterioso susurro. (Ir a Capítulo 11) 

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