CAPÍTULO 4: INTENTAR ABRIR LA PUERTA DE LA BIBLIOTECA

Lisandro, se acercó a la puerta y leyó la nota en voz alta. La emoción crecía entre los amigos, pero también un aire de misterio envolvía el lugar. “Parece que tenemos que demostrar que somos valientes y curiosos,” dijo Tatiana. “¿Alguna idea sobre cómo podríamos abrir la puerta?”
Ruth miró a su alrededor en busca de pistas. “Quizás deberíamos buscar algo en el suelo o entre las plantas que pueda ayudarnos,” sugirió.
Ámbar, siempre observadora, señaló unas extrañas marcas en el marco de la puerta. “Miren, parece que hay algo escrito aquí. Puede que sea un acertijo.”
José María, entusiasmado, se acercó e intentó limpiar el polvo de las marcas con su mano. “¡Sí! Veamos qué dice,” exclamó. Después de un momento, pudo leer el mensaje: “Para quien desee entrar, un secreto debe contar.”
“¿Qué significa eso?” preguntó Thiago, arrugando la frente. “Cree que debemos compartir un secreto,” sugirió Augusto. “Tal vez si decimos algo interesante, se abrirá la puerta.”
Edgar, que había estado pensando en voz alta, propuso: “Cada uno dice un secreto o una curiosidad sobre sí mismo, ¡y luego lo intentamos!”
Lisandro asintió, sintiendo que era una gran idea. “Está bien, comencemos. Yo empiezo. Un secreto sobre mí es que siempre he querido volar en avión, pero nunca lo he hecho.”
El grupo comenzó a compartir sus secretos y curiosidades. Ruth habló sobre su deseo de tener un perro grande, Ámbar confesó que soñaba con ser escritora, y así continuaron, llenos de risas y asombro al conocerse mejor.
Cuando llegó el turno de Thiago, nervioso pero decidido, dijo: “A veces, tengo miedo de estar solo, pero siempre encuentro valor en mis amigos.” En ese instante, la puerta comenzó a crujir. Todos contuvieron la respiración mientras veían cómo una luz tenue iluminaba la entrada y la puerta lentamente se abrió, revelando un pasillo oscuro y lleno de polvo. “¡Lo logramos!” soltó Víctor, saltando de alegría. “¡Entremos!”
Luana miró a sus amigos, sintiendo una mezcla de emoción y curiosidad. “Recuerden, debemos mantenernos juntos y seguir nuestro plan. ¡Vamos!”
Con determinación y expectativas, el grupo ingresó a la biblioteca misteriosa, listos para encontrar el libro mágico.
 
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