CAPÍTULO 3: PROPONER UN PLAN

Los amigos se reunieron en un rincón del patio, bajo la sombra del ficus, un árbol grande. Tatiana, tomó la palabra:
— Solicité al portero de la escuela, que venga así, podríamos preguntarle a él que hace años trabaja acá, conoce muchas historias sobre la escuela, podría tener información sobre el libro que concede deseos.
Al rato… El portero, comenzó con historias increíbles. El grupo de amigos, estuvo atento a lo relatado. Luego de unos minutos, el portero tuvo que continuar con su trabajo, dejando al grupo de amigos aún más ansioso.
— Tatiana dijo—. Vamos a organizarnos para que no perdamos tiempo.
Ámbar, cautelosa como siempre, preguntó: ¿Alguien conoce toda la biblioteca? Tal vez deberíamos tener un mapa para no perdernos.
Ruth, que siempre tenía un libro en la mano, se entusiasma: Puedo buscar pistas en los libros sobre leyendas o mitos.
Luana, siempre llena de ideas, plantea: Esto será como una búsqueda del tesoro.
— Víctor, emocionado por la aventura, palmeó las manos “yo me encargaré de hacer que todos se rían durante la búsqueda”. ¡Así nadie se sentirá nervioso!
José María, como siempre opinando, intervino: Creo que necesitamos un plan para mantener la calma. Por si acaso en vez del libro encontramos un fantasma.
Augusto, que siempre prefería observar antes de actuar, asintió lentamente:
—Es cierto, debemos ser cautelosos. Yo escuche que en esa biblioteca hay fantasmas.
Edgar, que estaba inmerso en sus pensamientos, finalmente comentó:
—Deberíamos llevar algo para comer y tomar, por si… Thiago, con su imaginación activa, interrumpió: Si el libro nos lleva a un mundo diferente y no volvemos enseguida...
Con los roles asignados y un plan de acción en marcha, los amigos sintieron que estaban listos para enfrentar la búsqueda del libro.
 
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