CAPÍTULO 21: COMPARTIR EL DESCUBRIMIENTO CON EL MAESTRO.

El grupo se miró con emoción, el descubrimiento del libro parecía ser un giro inesperado en su búsqueda. Ruth, fue la primera en hablar. “¿Qué opinan si compartimos esto con el maestro? Tal vez pueda guiarnos sobre cómo comprender la pista.”
El grupo de amigos, asintió. “Es una buena idea.
Finalmente, decidieron que lo mejor sería hablar con el maestro.
Al llegar, encontraron al maestro en su escritorio, revisando unos papeles. Al verlos, levantó la mirada. “¿Qué sucede? Parecen emocionados.” “Maestro, encontramos un libro impresionante,” comentaron todos, “y encontramos una pista que podría llevarnos a un libro mágico.”
El maestro se mostró interesado y pidió que le mostraran el libro. Lo examinaron por unos minutos, y cuando Tatiana leyó en voz alta la pista sobre el “manual de sexto grado del área de Matemática”, el maestro sonrió con complicidad.
“Ah, eso me recuerda a un texto que tengo en la biblioteca,” dijo, “es un libro que solía leerlo. Podría contener información crucial para lo que están buscando.”
Con una mezcla de anticipación y nerviosismo, el grupo siguió al maestro hacia la biblioteca. Ámbar, comentó: “Espero que esta búsqueda nos lleve finalmente al libro mágico.”
Mientras caminaban, el maestro habló sobre la importancia del conocimiento y cómo a menudo se encuentra en los lugares menos esperados. “Debemos estar abiertos a lo que aprendemos durante todo este proceso. A veces, una pista no es solo el final, sino el comienzo de algo mayor.”
Al llegar a la biblioteca, el maestro buscó el mencionado libro en una de las estanterías, parecía muy viejo y gastado de tanto uso.
Abrió el libro y comenzó a leer: “Las ciencias tienen las raíces amargas, pero muy dulces los frutos.” El grupo rodeándolo e intentando comprender el significado de la frase. Entre conjeturas de los estudiantes y la explicación del maestro; pasaron los minutos y tuvieron que volver al salón de clases.
El maestro recordó los consejos de Cesare Catá a sus alumnos: “Lee, todo lo que puedas. No lo hagas porque debes hacerlo sino porque el verano inspira aventuras y sueños y la lectura te dará alas para volar”. 

 
FIN

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